BRUSSELS, July 17, 2017 /PRNewswire/ --
Declaración de la Asociación Internacional de Edulcorantes
(ISA por sus siglas en inglés) en respuesta al estudio de Azad et
al
Las conclusiones de una nueva revisión sistemática realizada por
Azad et al.[1] de que los
edulcorantes bajos en o sin calorías podrían estar asociados al
riesgo de aumento de peso y enfermedades del corazón sobre la base
de los resultados de estudios observacionales de cohortes no están
respaldas por la evidencia científica colectiva de estudios de
intervención en humanos bien diseñados y revisiones sistemáticas y
metaanálisis[2],[3]
exhaustivos previos. Es importante destacar que estas alegaciones
no han sido confirmadas por los resultados del metaanálisis de
ensayos controlados aleatorios realizados por los autores de este
artículo.
Además, un conjunto sólido de ensayos en humanos ha mostrado
de forma consistente que los edulcorantes bajos
en o sin calorías pueden ser útiles para el control
del peso, cuando se utilizan en sustitución del azúcar y como parte
de una alimentación y estilo de vida saludables. Al contrario
de lo que se afirma en el estudio de Azad et al., los estudios
observacionales de cohortes, por diseño del estudio, no aportan ni
pueden proporcionar pruebas de que los edulcorantes bajos en o sin
calorías están asociados a un aumento de peso o enfermedades del
corazón, ya que están sujetos a un sesgo de indicación y no puede
descartarse una causalidad inversa. Además, no existe ningún ensayo
controlado aleatorio publicado, el modelo de referencia en
investigación nutricional, que haya demostrado que el consumo de
edulcorantes bajos en o sin calorías puede conducir a un aumento de
peso o a cualquier efecto negativo para la salud.
Para poner en contexto los resultados de la publicación de Azad
et al., algunos estudios observacionales han observado que las
personas con sobrepeso u obesidad, con diabetes u otros problemas
de salud cardiometabólicos habitualmente ligados a la obesidad,
suelen consumir con más frecuencia edulcorantes bajos en o sin
calorías. No obstante, esto podría deberse a sus esfuerzos y
como parte de la estrategia de reducir su
ingesta calórica y de azúcar, que representa una
recomendación alimentaria común en esos problemas de salud.
Asimismo, en la mayoría de los estudios observacionales, el ajuste
de las variables relacionadas con la adiposidad atenúa o disminuye
las relaciones observadas, lo que conlleva a asociaciones no
significativas[4].
Es necesario el diseño de un ensayo controlado aleatorio para
atribuir la observación de índices de obesidad más elevados en
consumidores frecuentes de edulcorantes bajos en o sin calorías en
relación con el consumo de edulcorantes bajos en o sin calorías per
se, más que a otros factores de desviación no cuantificados, con la
intención de probar una causalidad. Este es el único diseño del
estudio relativo a estudios en humanos que aumenta el nivel de
demostrar la causa y efecto, y en el caso del efecto en el peso
corporal de los edulcorantes bajos en o sin calorías, la
evidencia de ensayos controlados aleatorios es clara y consistente,
apuntando a un modesto beneficio del uso de edulcorantes
bajos en o sin calorías en la pérdida y
mantenimiento del peso
corporal[2],[3].
Es importante destacar que los ensayos de mayor duración han
demostrado una mayor pérdida y mantenimiento de peso con el uso de
edulcorantes bajos en o sin calorías[5],[6] .
Sorprendentemente, los autores también apoyan que "la
evidencia de los ensayos controlados aleatorios no apoya claramente
los beneficios previstos de los edulcorantes no nutritivos para el
control del peso". Sin embargo, los criterios de selección
utilizados para el metaanálisis de ensayos controlados aleatorios
en este estudio condujeron a la exclusión de diversos ensayos
clínicos bien diseñados que se incluyeron en una revisión
sistemática y metaanálisis previa y más exhaustiva de Rogers et
al[3].
En un momento en que la obesidad y los problemas de salud
asociados están aumentando, los edulcorantes bajos en o sin
calorías pueden ser una herramienta alimentaria útil como parte de
una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable, basado
en las evidencias sólidas disponibles que concluyen que, en
general, su uso en sustitución del azúcar conduce a una
menor ingesta energética y a una modesta pérdida de
peso.
Referencias
- Azad M., Abou-Setta AM., Chauhan BF., et al. Nonnutritive
sweeteners and cardiometabolic health: a systematic review and
meta-analysis of randomised controlled trials and prospective
cohort studies. Canadian Medical Association Journal, July 2017; 189: E929-39
- Miller PE, Perez V.
Low-calorie sweeteners and body weight and composition: a
meta-analysis of randomized controlled trials and prospective
cohort studies. Am J Clin Nutr 2014; 100: 765-77.
- Rogers PJ, Hogenkamp PS, de Graaf C, et al. Does low-energy
sweetener consumption affect energy intake and body weight? A
systematic review, including meta-analyses, of the evidence from
human and animal studies. Int J Obes (Lond) 2016; 40:
381-94.
- Romo-Romo A.,
Aguilar-Salinas CA, Gomez-Diaz
RA., et al. Non-nutritive sweeteners: Evidence on their
association with metabolic diseases and potential effects on
glucose metabolism and appetite. Rev Invest Clin. 2017 May-Jun;
69(3): 129-138
- Blackburn GL, Kanders BS, Lavin PT, et al. The effect of
aspartame as part of a multidisciplinary weight-control program on
short- and long-term control of body weight. Am J Clin Nutr 1997;
65: 409-18
- Peters JC, Beck J, Cardel M, et al. The effects of water and
non-nutritive sweetened beverages on weight loss and weight
maintenance: a randomized clinical trial. Obesity (Silver Spring)
2016; 24: 297-304