Después de la tempestad, llega la calma

Señal:Larga/ Dificultad:3

Se podría pensar que las aseguradoras odian los desastres, después de todo les cuestan dinero. Nada de eso, los aman.

Las aseguradoras aman las catástrofes ya que es una excusa para subir sus precios. Se trata de una confabulación de fijación de precios que no requiere reuniones dudosas. Todos saben qué hacer cuando ocurre un desastre. Todas ellas golpean sus primas.

Por supuesto, un terremoto o un huracán hoy no aumentan o disminuyen la probabilidad de que mañana haya otro, así que cuando hayan saqueado el mercado con primas más altas, las aseguradoras procederán a obtener abundantes ganancias.

Así es que cuando ocurre un desastre, compre usted aseguradoras.

Es simple, es tonto, pero funciona.

Por supuesto, no compre cualquier aseguradora. Haga un montón de investigación, no le hará daño escoger la mejor.