No compre la mina de oro, compre la pala del fabricante

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¿Más consejos sobre el oro?

No, en la inversión general.

En muchos booms parece que todo el mundo quiere comprar, por lo que los precios ya son altos y las ganancias escasas. Esto ocurrió en la fiebre del oro de California donde mineros con bolsas de oro encontraron que pintas de cerveza o una manzana costaban una fortuna. Demasiado para el valor inmutable del oro. De aquí surgió la idea de que el lugar de invertir no era en minas de oro, sino en la gente que venden cubos, palas y whisky cerca de las minas. Aquí es donde el dinero fácil se hacía.

Esto ocurrió en el boom de las dotcom. No fueron las empresas dotcom las que terminaron haciéndose ricas sino aquellas que vendían bases de datos, servidores, anchos de banda y facilidades de colocación. Estos fueron los cubos y las palas de la fiebre del oro.

Del mismo modo, si piensa que el oro va a subir con fuerza, podría mirar hacia una refinería como Johnson Matthey que es quien realmente coge el producto de la mina y lo refina.

Esto por supuesto funciona para cualquier boom, locura o manía. A diferencia de los inversores embrujados, no compre la idea, compre el producto.

Mientras tanto, recuerde siempre la regla: sube como un cohete y cae como una piedra.