Inconformista: si quiere un amigo, cómprese un perro

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Algunas personas dicen que el mercado se mueve de forma contraria a la mayoría de la gente. Aquellos que han perdido su camisa, y hay muchos, harán referencia a esto (esto es cierto, pero no por razones inconformistas).

El inconformismo no funciona porque el mercado sea el mal sino simplemente por cuestión de gravedad. Aquí le muestro el cálculo:

El mercado está en su máximo cuando todo el mundo ha comprado y no queda una sola acción. Todo el mundo está feliz y emocionado, todo el mundo está sentado cómodamente esperando que la carrera continúe, pero lamentablemente el combustible se ha acabado. Incluso el movimiento de venta más pequeño puede hacer que el precio comience a caer. Cuando el precio comienza a caer, la gente empezará a vender por miedo y todavía nadie tendrá dinero para comprar. El mercado empezará a caer y caer.

Cuando el mercado está desesperadamente bajo, todo el que puede o debe vender ya lo ha hecho. Todo el mundo es pesimista y son ellos mismos quienes se arrastran por un torrente de abatimiento. Nadie puede vender, están fuera.

Cualquier comprador que se precie no puede encontrar ningún vendedor dispuesto a proporcionar acciones por lo que estos tienen que aumentar el precio para adquirir alguna. Este aumento de precio atrae compradores que hacen que el precio aumente más todavía. El precio aumenta y genera más compradores y el precio sube y sube.

Los bolsos de Louis Vuitton son caros y están de moda, los pantalones de campana son baratos y están pasados de moda. Este hecho y el anterior es lo que impulsa a los inconformistas.

Así que si encuentra una empresa en el muelle, en el bote de basura o en el anaquel puede usar cualquiera de las otras maneras para reforzar la postura inconformista de su portafolio.