Las ofertas públicas de adquisición

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A todo el mundo le encantan las ofertas públicas de adquisición y, en circunstancias normales, las ofertas públicas de adquisición son muy comunes. No se debe a que sean buenas para los accionistas per sé sino a que la City y los gerentes hacen grandes cantidades de dinero cuando estas tienen lugar. Si usted dirige bien un negocio, tiene infinidad de tiempo para hacer estrategias y mucho dinero a su disposición para jugar a la creación de imperios.

Los estudios muestran que las ofertas públicas de adquisición destruyen el valor pero no vamos a dejar que los datos nos agüen la fiesta.

Como inversionistas, nos encantan: son como el final de una buena película.

La manera obvia para encontrar un objetivo en las ofertas públicas de adquisición, aparte de buscar equipos de gerencia que traten de traicionar a sus accionistas, es buscar “empresas que estén en el momento justo para la fusión”. Así es como se refieren en la City a la “inhabilidad para resistirse a ser saqueada”.

Esto podría deberse a que la empresa ha acumulado una montaña de deudas y, por tanto, depende de sus banqueros para conseguir dinero.

Llegados a ese punto, una empresa tiene que tomar nota de los consejos de su banquero para comprar X y vender Y, así como para fusionarse con A o adquirir B. Ni que decir que los banqueros están haciéndolo para bien, no pensando en las comisiones que ganarán.

De todas formas, este evento no pasará de la noche a la mañana. Usted tiene mucho tiempo para sumarse a la fiesta.

Habrá cantidad de literatura juiciosa sobre estrategias. Si los negocios son verticales, necesitarán expandirse. Si son horizontales, tendrán que centrarse en su negocio principal vendiendo negocios poco estratégicos y demás.

Esta palabrería le dará mucho tiempo para saltar a una acción. Normalmente, las pequeñas empresas son compradas por las grandes. Así, si el mercado va a fusionarse, usted solo necesita medir a los jugadores para ver quién va a ser comprado y quién vendido.

Usted quiere comprar la empresa que va a ser engullida.

El interés y la emoción crecientes impulsarán al conjunto del sector. Por ello, es una situación de doble ventaja. Ni siquiera tiene que hacerlo bien para obtener ganancias, usted solo compra una empresa con buen aspecto utilizando sus otros consejos para la elección y le añade un golpe de efecto con la elección de una empresa en el marco de una oferta pública de adquisición.

No obstante, usted busca un gran consejo: siempre compre una empresa donde el director que compra sea un político retirado. Este tipo suele necesitar una muy buena razón para comprar y un horizonte a muy corto plazo para vender. Además, puede estar seguro de que tendrán grandes cantidades de documentación que demuestran que están limpios para hacer negocios. Cuando una oferta pública de adquisición se aproxima, el viejo político podrá haber sido puesto de patitas en la calle y, ya muy olvidado, haberse dirigido al tiradero. Cuando él compre, sígale usted.