Tesla (NASDAQ:TSLA) puede haber superado un obstáculo importante tras la aprobación por parte de sus accionistas del nuevo paquete de compensación de 1 billón de dólares para Elon Musk, pero los analistas advierten que las perspectivas de la compañía siguen siendo inciertas, ya que gran parte de su valor futuro aún depende de proyectos de inteligencia artificial (IA) que no han sido probados.

De acuerdo con William Stein, analista de Truist Securities, mantener a Musk en la empresa fue “imperativo para el éxito de la compañía”, señalando que el paquete salarial está fuertemente alineado con los intereses de los accionistas, ya que “solo se pagará si Tesla alcanza elevados objetivos de capitalización de mercado y hitos operativos.”

Stein explicó que el nuevo plan de compensación busca principalmente asegurar el liderazgo y la influencia de voto de Musk, más que su valor monetario, mientras los proyectos de “IA física” de Tesla —como la conducción autónoma, los robotaxis y la robótica— se convierten en un motor más concreto del valor a largo plazo de la compañía.

El analista estima que solo 11% del valor de Tesla está ligado a su negocio automotriz, otro 11% a la división de energía, y casi dos tercios a iniciativas impulsadas por IA, como Full Self-Driving (FSD), robotaxis y el robot humanoide Optimus.

“Seguimos viendo a TSLA mucho más como una empresa de IA física que como una compañía automotriz,” afirmó Stein.

Sin embargo, advirtió que “todos estos proyectos son bastante inciertos (con ingresos casi nulos)” y comentó que su revisión del sistema FSD mostró que es “impresionante, pero aún no funciona como se espera.”

El servicio de robotaxi, señaló, “apenas está comenzando” y probablemente seguirá siendo limitado hasta que FSD alcance un desempeño impecable. Mientras tanto, el robot Optimus “sigue en etapa de prototipo,” y recordó que “la última vez que vimos este proyecto… parecía un autómata mecánico.”

Agregó: “Entonces, aunque hoy vale cero, si esperamos que eventualmente se convierta en un robot de propósito general que combine destreza humana con inteligencia sobrehumana, es fácil imaginar que Optimus podría vender millones de unidades al año a 30 mil dólares cada una.”

A pesar de la visión ambiciosa de Tesla en IA, Stein destacó que la valoración actual de la empresa —más de 200 veces las ganancias esperadas para 2026— ya refleja gran parte de ese éxito futuro.

“Debido a que los proyectos de IA física son tan inciertos, es difícil recomendar la acción,” escribió el analista.

Aunque la continuidad de Musk mejora la estabilidad de la compañía, Stein concluyó que el retorno real de la IA física “aún está muy lejos.”

Truist reafirmó su calificación de “Mantener” (Hold) para las acciones de Tesla, con un precio objetivo de 406 dólares.

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